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jueves, 29 de septiembre de 2016

Crimen y Castigo por Fedor Dostoiewski (cuarta parte)

CAPÍTULO 1

La persona que había entrada en la habitación de Raskolnikof, lo estaba esperando por un largo rato, luego de lo cuál el joven Raskolnikof lo vio, al principio no sabía quién era, luego de un momento lo reconoció, era el Svidrigailof, su hermana había trabajado en su casa tiempo atrás, Svidrigailof le dijo a Raskolnikof que tenía un asunto que platicar con Avdotia Romanovna su hermana, Raskolnikof no quería saber nada de ese asunto, ya que el señor quería impedir el matrimonio de Avdotia con Lujini, diciendo que no le convenía, pero que él tampoco estaba interesado ya que iba a contraer matrimonio con otra joven, pero el señor quería de alguna forma reparar el daño hecho a la joven, mientras ella trabaja en su casa, ya que su reputación había sido manchada, a pesar de esto Raskolnikof no quería saber nada del asunto, luego de esto el señor también mencionó que su esposa fallecida le había dejado un monto considerable de dinero como herencia.

CAPÍTULO 2

Cuando el señor estaba abandonado la habitación de Raskolnikof llegó su amigo Rasumikhine, luego ellos fueron a ver a la familia de Raskolnikof, mientras caminaban Raskolnikof le dijo a su amigo que parece todo es producto de su imaginación, que en realidad parece que está loco, luego en la casa de su familia se sentaron en la mesa para tomar te, en eso llega el prometido de Avdotia Romanovna el señor Lujini quién se siente indignado, ya que había dicho que no quería mirar a Raskolnikof, pero en ese momento se pusieron a conversar de Svidrigailof, a lo que Raskolnikof dice que él había estado en su casa hace un par de horas, el mismo que le hizo una proposición para Avtodia, Lujini quería saber que le había dicho pero Raskolnikof no dijo de que trataba, Lujine decide marcharse, en eso Avdotia dice que no lo haga ya lo pone a elegir entre su hermano y él, Lujine se marcha enfada sin perder la esperanza de reconciliación.

CAPÍTULO 3

Lujine luego de haber dejado el lugar empezó a imaginar como habría sido su vida al lado de la joven Avdotia, ya que siempre había deseado una muchacha educada, pobre la cual le iba adorar como héroe por rescatarla de la pobreza, pero eso se terminó en un poco tiempo, empezó a odiar a Raskolnikof y Rasumikhine que las apoyaron. Los demás se quedaron en la habitación charlando por mucho tiempo, todos parecían estar algo felices por la ruptura, menos Avdotia Romanovna, ya que se le notaba un rostro pálido por los acontecimientos, en eso ella le pregunta a Rodia que había dicho Svidrigailof, él dijo que el señor le quería entregar una suma de dinero y no se sabía sus intenciones, Avdotia se quedó pensativa, luego de eso Rodia tomó su sombrero y salió de la habitación con la intención de no regresar, al salir de la habitación él habló con Rasumikhine, les pidió que no las dejará solas nunca, pero que a él le dejará sólo.

CAPÍTULO 4

Raskolnikof luego de salir de la casa de su familia se dirigió a la casa de Sonia, preguntó al portero del edificio, el mismo le dio una vaga descripción del lugar donde vivía, se dirigió inmediatamente al lugar, Sonia estuvo sorprendida con la visita de Raskolnikof ya que era muy tarde, al entrar en la habitación él miró que era pequeña, sólo tenía la cama y un par de sillas que la patrona le había prestado, Raskolnikof observó gran tristeza en los ojos de Sonia, la misma que estaba muy tristeza por la pérdida de su padre, y sin saber el rumbo que tomará Catalina Ivanovna y los niños, ella estaba llorando mientras él caminaba por la habitación, Raskolnikof le dijo que él había ido por ella para contarle un secreto, que los eran iguales, que debían estar juntos, que si no lo hacía podría volverse loca, así mismo le contó que había dejado a su familia, que no volvería a verlos, que ahora sólo la tiene a ella.

CAPÍTULO 5

Al día siguiente Raskolnikof se dirigió a la Comisaría, al llegar pensaba que no había nada que temer ya que no había oficiales, nadie le tomaba atención, espero por varios minutos hasta entrevistarse con Porfirio, empezaron a conversar, Raskolnikof estaba nervioso, Porfirio empezó a hablar de muchas cosas entre ellas de como podría haber actuado el asesino de la vieja usurera, esto a Raskolnikof lo estaba molestando, luego de la conversación Raskolnikof le dice que si tiene que si tiene alguna prueba para detenerlo lo haga, Porfirio lo detiene y le pide que se siente, le ofrece algo de beber ya que está muy alterado, Porfirio le dice que se tranquilice que él no es sospechoso, entonces Porfirio le comenta que tiene algo que mostrarle, algo que tiene en otra habitación, Raskolnikof pensaba que podría ser un testigo o prueba contra él, a lo que responde que no tiene nada que temer, y que seas lo que sea que lo muestre y deje de jugar con él.

CAPÍTULO 6

En el momento en que Raskolnikof solicitaba a Porfirio que le mostrará las pruebas que suponía que él tenía, se presentó Nicolás, el era uno de los pintores que estuvieron trabajando en el edificio dónde vivía la vieja usurera, todo eso fue inesperado para Porfirio, esto fue sorpresivo también para Raskolnikof, ya que un gendarme traía a Nicolás tomado del hombro, al entrar en la oficina él se arrodilló, y dijo que era un asesino, entonces Porfirio le pregunta que por dice eso, a quién has matado le preguntó, Nicolás respondió que había matado a Alena Ivanovna, luego de esto Raskolnikof abandonó la oficina y se fue a su casa. Estaba recostado sobre el diván, de pronto la puerta se abre y el señor del día anterior que le había llamado asesino, él le pide disculpas por haberlo llamado así, y también le dice que el estuvo en la oficina de Porfirio antes que él, por tanto Raskolnikof dedujo que Porfirio no tenía ninguna prueba para acusarle.

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